Comercio exterior como vocación, desafío y oportunidad de crecimiento

Julieta Mazziotti, gerente de comercio exterior en una empresa de importación y exportación de ferretería industrial, reflexiona sobre su rol en la cadena de suministro global y las habilidades clave para desempeñarse con éxito

“Cada día, cada carga, cada importación es diferente”, afirma Julieta. En esta entrevista repasa cómo es coordinar múltiples industrias desde el comercio exterior, las diferencias entre productos para reventa y repuestos, y el rol que juega la planificación anticipada para evitar costos innecesarios.

¿Hace cuánto te desempeñas en comercio exterior y qué es lo que te sigue motivando?

Trabajo en comercio exterior hace unos 15 años. Para mí no solo es una profesión, también es mi vocación. Me gusta mucho lo que hago, porque no tiene rutina: cada día, cada carga, cada importación es diferente. Todo circula en un ámbito de incertidumbre y eso hace que uno nunca se aburra.

¿Cuál es la complejidad de trabajar con diferentes industrias al mismo tiempo y cómo impacta en tu trabajo tener que adaptarte a esta situación?

La complejidad está en que cada industria maneja productos distintos. No es lo mismo importar cemento que repuestos o insumos para la reventa. Cada producto requiere que uno investigue y entienda qué está trayendo: si tiene alguna restricción, si es carga IMO, si hay un antidumping. Cada caso es particular y hay que estudiarlo. En mí trabajo impacta porque aprendo un poco de todo. No es lo mismo estar estudiando una seguridad eléctrica que una venecita. Aunque la idea es poder especializarse.

¿Cómo es la coordinación con tu equipo para poder trabajar en tantas áreas a la vez?

Tengo un equipo en el que confío. Repartimos las tareas, las empresas y los volúmenes. Acompaño, superviso y me siento al lado de las personas, cuando es necesario. Con el equipo busco una coordinación óptima de toda la cadena de suministro, desde el desarrollo de un producto hasta la búsqueda de un proveedor, pasando por una orden de compra, el embarque, el tránsito, la Aduana y el ingreso a depósito. Para todo eso, necesitás un equipo sólido.

Busco que el proveedor tenga empatía con Argentina. A veces es difícil explicarles nuestras condiciones de pago, porque muchos exigen pagos anticipados. Pero si hay una buena relación interpersonal, se puede generar confianza, mostrar que hay una estructura sólida detrás y lograr una mejor negociación y fidelidad.

¿Qué particularidades tenés en cuenta al planificar la logística internacional?

Hay mucho ida y vuelta sobre los requisitos para que el producto pueda ingresar a Argentina. Puede ser una etiqueta, un tipo de packing o alguna identificación específica. No es simplemente levantar la mercadería en origen, traerla y venderla. Hay que pensar más allá del producto.

¿Cuál es la diferencia entre importar un producto para reventa y uno para repuesto y cómo planifican la consolidación de carga al trabajar con un catálogo tan amplio?

Es completamente diferente. El repuesto es clave para que una máquina funcione, para que una producción no se frene. En cambio, un producto para reventa puede esperar, puede ser reemplazado o desviado. Ambos son importantes, pero el canal y la urgencia son distintos.

Con respecto a la planificación trato de pensar en los orígenes y distancias entre provincias, por ejemplo, dentro de Asia. Si es posible, se puede consolidar en un mismo depósito para levantar todo junto. Eso optimiza tiempos y costos. Si no se puede, se vuelve más complejo y más costoso. La clave es anticiparse.

¿Cuáles pensás que son los diferenciales importantes para relacionarse con el exterior en este rubro?

El idioma, especialmente el inglés, es clave para llegar al proveedor. El comercio internacional requiere de relaciones interpersonales, y si no tenés un idioma común, es muy difícil. El inglés es ese idioma intermedio que todos manejamos.

La cultura. Más allá del idioma, es importante recibir a los proveedores con sus costumbres. Por ejemplo, los chinos toman té. ¿Qué mejor que recibirlos con una taza de té? Es un detalle, pero hace la diferencia y genera un ambiente de confianza.

Desde tu experiencia, ¿cómo ves a Argentina posicionada frente al mundo?

Hoy Argentina está empezando a tener más protagonismo. Hay cambios normativosapertura del mercado, más posibilidades de importación. Todo eso ayuda a tentar nuevos mercados e inversiones. Somos un país con recursos valiosos: agronomía, ganadería, minería, litio. Pero necesitamos más educación para poder aprovechar todo ese potencial.

Mencionaste la educación, ¿qué rol creés que tiene la formación en este campo?

Estudié Licenciatura en Administración, y eso me da herramientas para entender y colaborar con todas las áreas de la empresa. Comercio exterior tiene que convivir con ventas, compras, finanzas, recursos humanos. Tener una base en administración te permite aportar valor en cada uno de esos espacios.

Creo que estudiar hoy es un acto de rebeldía. Tuve la suerte de que mis padres me impulsaran a hacerlo, y creo que el conocimiento no te lo quita nadie. Me gustaría que más jóvenes eligieran esta carrera, porque el comercio exterior es una actividad de futuro. Siempre va a estar activa, en evolución.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Scroll to Top