
En agosto, las exportaciones alcanzaron los u$s 7865 millones a partir de un salto en las cantidades de 16,4% interanual que marcó un récord histórico, 0,3% por encima del último mejor registro, en 2011.
Pablo Lavigne, secretario de Coordinación Productiva, lo destacó en X; sin embargo, estudios privados apuntan al «anticipo» de venta de granos, el ritmo «lento» de las exportaciones -fuera de la liquidación excepcional del campo- mientras las importaciones «vuelan».
Pese a que en los últimos 20 meses, el Gobierno nacional a través de una docena de medidas buscó promover las ventas al exterior, clave para sumar divisas, tanto por problemas de competitividad y costos, o por factores cambiarios, hasta agosto, 11,4% de las empresas dejó de exportar.
El dato que aportó la última encuesta de la Unión Industrial Argentina (UIA) sobre Indicadores Industriales y Expectativas donde predominaron los resultados negativos: El 36,3% de las empresas redujo su producción respecto al promedio del segundo trimestre del año, frente a un 21,8% registró incrementos mientras que el 43,5% reportó bajas en ventas y sólo el 18,6% subas.
En línea, las caídas en exportaciones alcanzaron al 30,5% de las empresas, mientras que las alzas llegaron al 16,6%, reduciéndose la brecha respecto del relevamiento anterior.
El dato, pone de relieve una crisis estructural que afecta la canasta exportadora de la Argentina concentrada mayormente en productos primarios tanto del campo como de la energía, con mayor dificultades para las industrias que agregan valor.
Los valores exportados totalizaron u$s 7865 millones y subieron un 16,4% interanual en agosto, el mayor ritmo de aumento desde fines de 2024.
El récord fue impulsado por Combustibles y Energía, que mostró una suba de 58,6% en cantidades y una baja de 11,3% en precios y Productos Primarios con un aumento del 29% interanual en cantidades, con un incremento en los precios de 5,1% en un período marcado por los cambios en retenciones. En tanto, el sector de Manufacturas de Origen Agropecuario mostró un incremento 18,5% interanual en cantidades con precios casi estables (-0,4%).
En cambio, Manufacturas de Origen Industrial, mostró una caída de 8,6% en cantidades, que fue suavizada por la suba de 1,7% interanual en precios.
Ese rubro es liderado por le sector automotriz que, en el acumulado de los primeros ocho meses, ya registra una baja de 0,7% en ventas al exterior mientras que las importaciones crecieron 54%, interanual.
De aquí se desprende un rojo para la balanza de la industria automotriz de u$s 5950 millones; «casi el triple del año pasado», señaló Abeceb y agregó que no llega a ser compensado por el superávit comercial energético creciente que alcanzó u$s 3804 millones.
Crisis estructural
Según la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), en 2024, se registraron 9085 empresas exportadoras de bienes, lo que está muy por debajo del máximo histórico de 15.075 alcanzado en 2006.
Si bien las pymes representaron la mitad del total de empresas exportadoras, solo asumen el 6,3% del monto total exportado, una cifra menor al promedio de los países en desarrollo (11,5%).
Se trata del tercer valor más bajo en los últimos 30 años. Las menores cantidades de compañías se registraron en los años 2023 (sequía), en 2020 (pandemia) y en 2024.
Facilitación del comercio ¿alcanza?
Desde el inicio de la gestión de Javier Milei, el Gobierno implementó una batería de medidas que buscan desburocratizar y simplificar la actividad del comercio internacional, sin embargo, los resultados muestran mayor impacto en la actividad importadora que creció 34% interanual, contra un 4% de las exportaciones.
El puntapié fue el Decreto 641/24 que lanzó un paquete de medidas para mejorar la competitividad del sector automotriz; se mantuvieron beneficio de derechos de exportación para operaciones incrementales y se anunció la digitalización del Régimen Repostock.
A través de distintas normativas se simplificó el acceso a importaciones temporales de insumos para las empresas exportadoras y, se creó el Régimen de Grandes Inversiones (RIGI), con foco en el potencial de expansión de los grandes motores de la economía. A la par se redujeron los derechos de exportación del sector agroindustrial y se eliminaron retenciones a la industria.
Pese al combo que diseñó la secretaría de Coordinación Productiva que lidera Pablo Lavigne, y que se complementa con medidas de ARCA y el Ministerio e Desregulación, el dólar «poco atractivo» -principalmente en la primer mitad del año-, costos altos y un mercado interno deprimido no dan lugar al despegue exportador.
Lo urgente vs lo importante
La falta de una mejora generalizada de las exportaciones responde a que los temas sistémicos que afectan a la actividad requieren aún de mayor abordaje, explican desde el sector privado.
Entre ellos, resaltamos que se sigue «exportando impuestos»: por ejemplo, a partir de reintegros insuficientes y aplicando retenciones, «un impuesto que nuestros competidores no cobran», destacó Fernando Landa, presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA).
Aunque destacó el «innegable» avance en desregulación, entre las ineficiencias sumó el incremento en la estructura de costos a partir de «importantísimos» atrasos en la recepción de reintegros y recupero de IVA (a mayor valor agregado, mayor afectación).
También mencionó la continuidad de la liquidación mandataria de divisas que «impide al exportador siquiera pagar costos logísticos valuados en dólares al mismo tipo de cambio, los altos costos de la logística internacional en comparación con la región, y la baja digitalización como elemento necesario de facilitación de comercio, entre otros».
«Tenemos una agenda con medidas concretas, que requieren coordinación y que están muy vinculadas con la agenda de comercio exterior del interior del país, que nos afecta principalmente por estar muy lejos de Buenos Aires», explicó María Sol Pasqualini, directora Ejecutiva de la Federación de Cámaras Exportadoras (Fecacera).
«Son iniciativas que mejoran la competitividad sin costo fiscal y que pueden tener impacto real en la facilitación del comercio», añadió y como positivo mencionó la resolución de Aduana (RG 5721/2025) que permite a las empresas usar instalaciones de terceros ya autorizadas para cerrar cargas en planta. «Abre nuevas posibilidades especialmente para las pymes, y en particular para aquellas que están no solo lejos de los puertos sino también de las aduanas de interior».
En sintonía, las autoridades del Centro de Despachantes de Aduana (CDA), a través de la Mesa Exportadora que reúne a más de una decena de entidades del comercio exterior en la conformación de un Comité de Facilitación. La intención es «dar vuelta la relación», dijo un vocero a este medio y mencionó que se trabajará en el diseño de una política pública para elevar a las autoridades del gabinete nacional.
Fuente. El Cronista