Las autoridades nacionales afirman que el primero mencionado se firmará este mes en Brasil, mientras que el segundo avanza bien, pero analistas advierten que surgieron elementos en el bloque europeo.
El canciller Mario Lubetkin informó que el acuerdo entre Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés), integrada por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, se firmará a mediados de setiembre en Brasil, según un comunicado. Asimismo, destacó que el acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE) avanza bien, aunque no hizo referencia a algunos elementos nuevos que han surgido al respecto.
Con los países de la EFTA
“Son excelentes noticias, pensando en el desarrollo de Uruguay y en fuentes de trabajo e inversiones”, afirmó el ministro Lubetkin, considerando además que ese acuerdo tiene perspectivas de arancel cero para el ingreso de productos nacionales en los mencionados países.
Los países de ambos bloques anunciaron que se trata de «un área de libre comercio de casi 300 millones de personas con un Producto Interno Bruto (PIB) combinado de más de US$ 4,3 billones», según otro comunicado de Cancillería.
Las partes firmantes coinciden en que el nuevo Tratado de Libre Comercio (TLC) creará nuevas oportunidades de negocios para los agentes económicos, tanto en los países del Mercosur y como en los de EFTA, incluyendo al gran número de pequeñas y medianas empresas existentes en cada jurisdicción.
De todas formas, no está de más aclarar que, en cuanto a su importancia, el acuerdo Mercosur-UE tendrá más gravitación para esta parte del mundo.
Acuerdo Mercosur-UE
El canciller Lubetkin afirmó también que el proceso de ratificación plena del acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE) está avanzando y que las expectativas son que el proceso finalice en diciembre de 2025.
La idea, al menos por este lado del acuerdo, es que el proceso culmine antes de finalizada la presidencia pro tempore de Brasil en el Mercosur, precisamente el próximo diciembre. Luego de termine este proceso, deben efectuarse las ratificaciones nacionales en el bloque europeo.
Con este panorama, El País conversó con Ignacio Bartesaghi, director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica (UCU), quien coincidió en que el Acuerdo Mercosur-EFTA está en su fase final, pero advirtió que, según información a la que ha tenido acceso, el acuerdo Mercosur-UE está atravesando algunas dificultades.
El paso importante a favor es que la Comisión Europea, con Úrsula von der Leyen al frente, presentó el acuerdo al Consejo de la UE, con lo cual éste pasó de la órbita supranacional a la nacional de los 27 países del bloque. De ser aprobado por los 27 miembros del Consejo, seguirá su curso en el Parlamento Europeo.
Pero, según Bartesaghi, lo negativo es que, para tratar de evitar el bloqueo francés, la Comisión Europea definió una adenda, es decir, un agregado al acuerdo original, que señala cómo se va a activar la cláusula de salvaguardia agrícola, lo que hasta ahora no estaba definido en el capítulo de Defensa Comercial, aprobado en 2024.
“Esta adenda es un agregado que ahora el Mercosur deberá aprobar, lo que puede generar dificultades. La gran pregunta es cómo va a reaccionar el Mercosur a la adenda que propuso la Comisión Europea, lo que podría llegar a implicar reabrir la negociación, aunque la UE afirma que no será así”, dijo Bartesaghi.
La UE también propuso, en lo interno, cuantiosos fondos en el marco de la Política Agrícola Común (PAC) para cubrir eventuales problemas que surjan en la agricultura europea.
“Con esto la UE se está adelantando a lo que probablemente encuentre, que es la restricción de Francia, Polonia y quizás de Hungría e Italia, porque se puede hacer una votación calificada en el Consejo de la UE, es decir número versus población de cada país. Es decir, si Italia está a favor es muy difícil que Francia con sus otros miembros pueda trabar el acuerdo”, agregó.
Lo cierto es que, con la adenda y los fondos que plantea la Comisión Europea, el organismo parece estar demostrando que quiere que Francia esté a favor del acuerdo, por eso realiza esos ofrecimientos.
“No es que haya una traba ni que el acuerdo esté trancado, ya que de hecho es un gran avance que la Comisión Europea lo enviara al Consejo de la UE, pero eso se hizo agregándole una adenda, ante la cual no se sabe cómo el Mercosur va a reaccionar”, redondeó Bartesaghi.
A su entender, “la adenda es complicada porque indica que cuando hay determinado porcentaje de suba de importaciones, se aplica la salvaguardia, y las subas son solo del 10%, es decir, muy bajas”.
Por lo pronto, si el Mercosur la aprueba, la adenda no habría complicado el panorama, pero si el bloque sudamericano llega a poner condiciones, se reabriría la negociación. “Y ahí hay que olvidarse de la firma de diciembre de este año”, remató Bartesaghi.
La incertidumbre está, entonces, en cómo va a reaccionar Francia a la propuesta de la Comisión Europea y en lo que vaya a hacer el Mercosur con este nuevo documento que aún no han puesto a consideración de este bloque. A eso se agregará lo que se decida finalmente en el Parlamento.
“Sería prematuro decir que estamos al borde de una reapertura del acuerdo Mercosur-UE por la adenda que aún no fue negociada en el Mercosur, pero puede ocurrir”, opinó el internacionalista.
La Cancillería uruguaya aún no ha realizado comentarios sobre este punto específico de la adenda, y sí se enfoca en su proyección positiva —ya mencionada— del acuerdo en marcha.